A día de hoy existe una gran multitud de opciones de ocio y deportes con los que podemos disfrutar, tanto solos como en familia. Debemos tener en cuenta que con algunos de estos deportes podemos sufrir traumatismos dentales, como pueden ser deportes de velocidad como ciclismo, fútbol o baloncesto. Y aún existen más probabilidades en caso de que practiquemos deportes de contacto como puede ser el boxeo, o el kárate. En este caso, debemos tomar en cuenta las precauciones al hacer deporte.

Prevención ante traumatismos dentales

Existen muchas formas de prevención, y es que en el mercado tenemos muchos productos para proteger o limitar el impacto en caso de sufrir un golpe, como pueden ser los protectores bucales, empleados en deportes de contacto, los cascos integrales que podremos utilizar en deportes de velocidad como el ciclismo o los protectores integrales de cara, que sumados al protector bucal ofrecen una protección completa a nuestra boca.

Podemos diferenciar distintos tipos de fractura a causa de un golpe haciendo deporte, las más comunes son las siguientes:

• Fractura de corona: Esta se produce cuando se daña únicamente una parte de la pieza, sólo se resiente la superficie dental.
• Fractura de corona y raíz: Para golpes con mayor gravedad, generalmente a consecuencia de un mayor impacto, se produce una rotura dental que también afecta al interior de la pieza dental, ocasionando mayor gravedad en el problema.

En caso de que el golpe sea mucho mayor, también podemos sufrir una pérdida dentaría, cuando toda la pieza se desprende a causa del golpe.

Cabe destacar que en los niños debemos maximizar las precauciones, ya que un traumatismo dental en un niño que todavía no tiene los dientes definitivos puede influir en su dentición definitiva.

Existe la falsa creencia de que un golpe en un diente no definitivo no tendrá consecuencias más allá del lloro del pequeño, pero nada más lejos de la realidad, y es que aunque no se aprecie una rotura a simple vista, debemos tener siempre presente que debemos descartar cualquier lesión en la estructura del mismo, y es que si nos descuidamos podría llegar a tener consecuencias graves de cara a cuando erupcione la pieza dental definitiva.

En caso de que el pequeño sufra un golpe, lo primero que debemos hacer es limpiar la boca, para que en caso de que haya sangre podamos observar el estado en el que las piezas dentales se encuentran.

También existe la posibilidad de que la pieza dental quede suelta, con lo que se caiga antes de lo esperado, pero esto no hará que el nuevo diente definitivo erupcione antes de lo previsto. Otra posibilidad es que la pieza dental en cuestión se desplace hacia alguna dirección, con lo cual un dentista deberá evaluar los daños y cuál es el procedimiento a seguir para evitar que existan complicaciones cuando los dientes definitivos erupcionen, evitando así tener que proceder con extracciones.

Si el niño que sufre el traumatismo ya tiene los dientes permanentes, lo recomendable es acudir al dentista con la mayor celeridad que nos sea posible. En caso de que se haya salido por completo, debemos tener cuidado al tocarlo, siempre sujetándolo por la corona y no por la raíz para tratar de reubicarlo en su posición habitual.

Siguiendo estos consejos de prevención y reacción en caso de que finalmente ocurra un traumatismo tenemos por seguro que podremos mantener nuestra salud bucodental de forma óptima y sin sobresaltos, y es que debemos tener en cuenta que unos pequeños consejos seguidos de la forma que se especifica nos salvarán de muchos problemas de carácter grave que nos puedan ocasionar.

Como siempre, la prevención bucodental es el mejor aliado para evitar que hayan problemas, y lo recomendable es acudir a nuestro dentista de confianza a hacer una revisión periódica para que certifique que nuestro estado de salud dental es el óptimo y no tenemos que temer por que puedan surgirnos problemas o complicaciones derivadas de un problema que no hemos sabido ver a tiempo.

 

Fuente: Propdental